El eneagrama
Es una prodigiosa herramienta que identifica 9 tipos diferentes de personalidad, denominados eneatipos, mezclando elementos orientales con la psicología occidental.
Los orígenes se remontan a Oriente Próximo.
Fue transmitido oralmente por los maestros sufíes hasta principios del siglo XX, momento en el que se publicó el primer libro del eneagrama.
Actualmente está considerado como el sistema de identificación de la personalidad más completo, sofisticado, práctico y útil jamás descrito.
El eneagrama es una teoría sobre la dinámica de la personalidad que posee la máxima "Conócete a tí mísmo" para encontrar la felicidad abriendo las sendas a la maduración, asimilando los contenidos de la psicología y de la espiritualidad con una visión actual a la vida cotidiana.
Todos poseemos una pequeña parte de este universo dinámico y energético, que se traduce en un Don característico y relacionado con una personalidad definida.
Pero lamentablemente como seres humanos, a este Don lo acompaña un pecado original y todas sus implicaciones, que van relacionadas directamente a todos los rasgos de cada personalidad.
El eneagrama está representado por una estrella de nueve puntas inscrita en un círculo. Este término se refiere a 9 puntos:

El círculo representa el mundo y las puntas las diferentes maneras de percibirlo.
Para identificar mejor cada variante, se le constituyó un nombre a cada una, dándole así el nombre a cada tipo de personalidad. Ningún tipo es mejor o peor que otro, simplemente son diferentes.
A cada uno se le atribuye unos defectos y unas virtudes.
Mientras que las virtudes simbolizan e impulsan al desarrollo y al crecimiento personal, los defectos representan las fuerzas que impulsan hacia los comportamientos conflictivos.
Del equilibrio entre ambas, surgen las diferencias individuales de cada tipo.
Esto quiere decir, que dentro de cada tipo podemos estar más o menos evolucionados según hayamos desarrollado las características de nuestra personalidad.
Así las flechas de cada tipo tambien influyen sobre el comportamiento de cada uno de nosotros.
Para que lo entendamos mejor, al formar parte de un todo, independientemente del tipo que seamos, vamos adoptando virtudes o defectos de los otros tipos, variando hacia arriba o hacia abajo, izquierda o derecha.
Entonces vemos que cada persona posee cierto porcentaje de cada personalidad.
Sólo aquella de la que se posee más características es a la que pertenecemos.
Los números del eneagrama están unidos en una secuencia que denota la dirección de integración (sanación o autorrealización) y la dirección de desintegración (estado de neurosis) hacia cada personalidad.
En definitiva, todos los tipos pueden mejorar o empeorar adoptando otros comportamientos de otros tipos.
Diciembre del 2011
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